lunes, 31 de julio de 2017

Más regalos de cumpleaños

Ayer fue mi cumpleaños y ya comenté que International Khiladi me había regalado la edición de Edge de Achtung! Cthulhu. Además, los últimos días también me había regalado como "avance de mi cumpleaños" la aportación como mecenas de Revolutionaries, el Paranoia Troubleshooters: Black Missions (al que dedicaré una entrada en breve), la edición impresa de Valley of Eternity y el recién publicado Ryuutama: Las Cuatro Estaciones (sí, se ha pasado tres pueblos). Sin embargo, mi hermano me había advertido que había un paquete pendiente de llegar: el del regalo "especial".
Veréis, mi clon malvado tiene una costumbre cuando me hace un regalo por una fecha señalada: divide los regalos en dos categorías. Los regalos "buenos" son, como su nombre indica, regalos que me sorprenden (juegos que no me he podido comprar, suplementos de uno de mis juegos preferidos, libros de mis autores favoritos...). Luego están los regalos "malos", aunque yo los llamaría "especiales" porque no tienen que ser de mala calidad (o no siempre lo son, vamos). Los regalos "especiales" son regalos comprados por poco dinero, obtenidos de saldos o de la clásica sección que sirve de cajón de sastre. Son objetos que se pasan mucho tiempo acumulando polvo sin que nadie los compre, bien porque son de autores desconocidos o por su naturaleza bizarra. Aquí suelen entrar juegos de rol muy poco conocidos, en su mayoría autoeditados y con tiradas muy cortas, de corte amateur. A veces incluso descubre verdaderas joyas olvidadas pero, en su mayor parte, son juegos destinados a un par de lecturas más que a otra cosa.
Pues bien, el paquete con los "juegos especiales" de este año me acaba de llegar y tengo que reconocer que se ha superado. El primer juego es Purgatory: Special Edition, un juego que, según su creador, vale tanto como juego de rol tradicional como LARP, que intenta emular el espíritu de la línea Mundo de tinieblas y de Kult. Y digo intenta porque todos los fragmentos que he leído al azar son horribles (por poner un ejemplo, la primera "regla general" del juego es "báñate o dúchate de forma regular). Si añadimos a esto unas ilustraciones que hacen daño a la vista, el resultado es un producto para el montón de juegos bizarros.


El otro juego "especial" que he recibido es Darkwood, un juego de rol que se centra en los orígenes del mito de Robin Hood. La ambientación bebe de fuentes históricas y literarias (situando la acción en el reinado de Juan Sin Tierra), pero prescinde de la figura de Robin. El juego presupone que las acciones de los PJs y de otros como ellos, considerados como bandidos por el sheriff de Nottingham, serán las que en el futuro tomarán forma como la leyenda del famoso arquero. El concepto es muy interesante y el juego parece estar bien documentado. En cuanto le pueda echar un ojo más a fondo os lo comento.


Además de estos regalos, los amigos Chantal y Roger me regalaron Las torres del olvido, de George Turner, una novela centrada en los efectos del cambio climático, que tiene muy buena pinta.


¡Muchas gracias por los regalos!

2 comentarios:

  1. Los regalos bizarros son los mejores, jejeje.

    Podía ser peor...

    Podía ser un Satarichi... :3

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    Respuestas
    1. Es ese aspecto estoy tranquilo porque sé que el Satarichi está reservado para Roger xD

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