Ahora que faltan unas horas para finalizar este 2015, toca echar la vista atrás y ver qué ha dado de sí el mismo. Personalmente no ha sido un buen año y eso se ha notado en la irregularidad de las entradas publicadas en el blog. Mis "proyectos secretos" IV, V y VI están paralizados a día de hoy en diversos grados de progreso, alguno más avanzado que otro. Y pese a todo Play Again, Sam ha cumplido seis años y hace unos días alcanzó el cuarto de millón de visitas, algo que jamás pensé cuando empecé esta andada.
Si una palabra puede definir a la perfección este 2015, ésa es regreso. Algunos de los grandes juegos de antaño han vuelto con más fuerza que nunca o van a hacerlo el próximo año. Esto demuestra que muchos juegos no tienen fecha de caducidad y pueden seguir interesando a las nuevas generaciones de jugadores.
Tras arrastrar multitud de problemas financieros, Chaosium ha logrado refundarse y lanzar vía mecenazgo la 7ª edición de La llamada de Cthulhu. Sin embargo, por primera vez ha sido la edición francesa la que ha visto la luz en formato físico antes que la edición en inglés. ¡Y qué edición! La gente de Sans-Détour lleva años demostrando su buen hacer y lo cierto es que se superan a sí mismos una y otra vez.Se merecen un 10.
El éxito de la edición alemana de hace unos años de Space: 1889 hizo que la editorial Clockwork Publishing lanzara una nueva edición tanto en alemán como en inglés financiada a través de mecenazgo. La iniciativa fue un éxito rotundo y este 2015 hemos vuelto a navegar a través del éter rumbo a Marte. No puedo ser imparcial en lo que se refiere a Space: 1889. Siempre ha sido uno de mis juegos favoritos y es toda una alegría ver que está más en forma que nunca.
Chill es otro clásico que ha renacido este 2015. En este caso su vuelta fue inesperada, ya que la licencia llevaba parada mucho tiempo, pero su regreso ha sido muy bien acogido tanto por los jugadores veteranos como por los nuevos jugadores. La actualización de su cronología está muy cuidada y respeta sus dos ediciones anteriores. Otro gran juego que merece no faltar en las ludotecas.
En el capítulo de los juegos que han anunciado su regreso para el año que viene tenemos juegos como TORG (de la desaparecida West End Games), el genial Kult, la cuarta edición de Vampiro: la Mascarada, la esperadísima nueva edición de 7º Mar y la nueva versión de In Nomine Satanis/Magna Veritas con el incombustible Croc a la cabeza. 2016 se presenta como otro buen año para los juegos de rol.
2015 ha supuesto también el regreso de Mark Rein•Hagen, creador de Vampiro: La Mascarada y los juegos originales de la línea Mundo de Tinieblas, tras años alejado del mundo de los juegos de rol. Su nuevo juego es I Am Zombie, y os puedo asegurar que va a convertirse en un título imprescindible. Éste será el primer juego que reseñe en 2016, ya que acaba de llegarme I Am Zombie Play Kit y estoy a la espera de recibir el manual del juego (los PDFs los tengo hace meses).
De todos los juegos de rol editados en 2015, hay tres que me gustaría destacar. En lo que respecta a traducciones, para mí lo mejor ha sido la edición de Perros en la Viña de D.Vincent Baker y de Ryuutama de Ryûtarô Matsukawa y Atsuhiro Okada. Dos juegos opuestos tanto en temática como en mecánica pero que sin embargo demuestran el enorme abanico de posibilidades que ofrecen los juegos de rol. El tercer título es The Warren de Marshall Miller, un juego recién editado en el que los jugadores interpretan el papel de conejos en un entorno hostil y mortífero. Con una versión modificada del sistema de Apocalypse World, The Warren es un juego de horror y supervivencia (¡no os tomo el pelo, en serio!). Cuando escribo estas líneas sólo dispongo de la versión en PDF y estoy a punto de recibir la edición impresa. En cuanto la tenga, os prometo una reseña en condiciones.
Ya que el tema del 2015 ha sido el regreso, otro de los grandes que regresa, en este caso a los ordenadores, es BattleTech de la mano de Harebrained Schemes, la misma compañía que ha resucitado la franquicia de Shadowrun para PC. Al igual que ha ocurrido con sus juegos sobre Shadowrun, BattleTech arrasó durante su mecenazgo y el próximo 2016 volveremos a tener un juego por turnos donde aplastar a los Mechs enemigos desde nuestro ordenador.
En lo que respecta a televisión, este año se ha vuelto a demostrar que las series basadas en tebeos están aquí para quedarse. Por desgracia Constantine desaparece aunque tras el paso de nuestro mago favorito por Arrow no todo está perdido. El resto de series de supers se mantienen en pantalla, y el año que viene tendremos nuevas incorporaciones a la parrilla. La serie del año ha sido Jessica Jones, que permite a Netflix convertirse en un contendiente serio a tener en cuenta. Lo que me ha sorprendido es la tibia recepción que ha tenido la segunda temporada de True Detective. Imagino que la gente esperaba más de lo mismo cuando desde el principio quedó claro que la serie funcionaba como las antologías pulp de la que toma el nombre. Yo disfruté de esta segunda temporada al igual que hice con la primera.
En cine hemos tenido un poco de todo. Age of Ultron no estuvo mal y me recordó que un día de éstos tengo que estrenar el juego de rol que editó Margaret Weiss. Star Wars: El Despertar de la Fuerza no ha defraudado y ha sido genial volver a sentirse un crío en una galaxia muy lejana, donde viejos conocidos y nuevos personajes vuelven a colocar a Star Wars en el lugar que se merece.
Pero si hay destacar una película en este año, ésa es Mad Max: Fury Road. Tras 18 años trabajando en ella George Miller por fin nos devolvió al Yermo. ¡Y menudo regreso! Furiosa, Immortan Joe, las esposas, las Vulvalini, los WarBoys... Todo desprende un aura de épica moderna, como si Max Rockatansky nos explicara una historia de su vagar por la Tierra desolada. Si no la habéis visto sólo os puedo decir que la compréis ya. No sólo es una excelente película de acción, también es una gran película. Cualquier detalle está cuidado al milímetro: los vehículos, los personajes, las tramas, las caracterizaciones. Y la atronadora banda sonora de Tom "Junkie XL" Holkenborg es la partitura perfecta para el mundo que Miller describe, un futuro peligrosamente cercano, demasiado familiar para que estemos cómodos. La película del año, de la década, del siglo.
Por cierto, no dejéis escapar The Art of Mad Max: Fury Road. Este lujoso volumen detalla el proceso de creación de la película e incluye docenas de fotografías, ilustraciones de diseño y storyboards de la misma. Mi ejemplar me lo regaló mi clon malvado/gemelo oscuro International Khiladi y es una verdadera maravilla.
En este año que termina no he jugado mucho. Han sido varias partidas de Dungeons & Dragons, RuneQuest y BRP System, además de arbitrar una partida de True Investigator de la que ya os hablé (y a la que falta jugar una sesión). También he podido estrenar el HeroQuest que compré hace tantísimo tiempo después de años sin jugarlo, y he echado alguna partida ocasional del divertidísimo juego de cartas Gloom.
Puesto que lo que se tercia en estas entradas de fin de año es hacer los buenos propósitos para el año que entra, me propongo para este 2016 intentar mantener un ritmo menos intermitente de publicación. Tengo pendientes buena cantidad de reseñas, así que no será por falta de material. También intentaré volver a arbitrar. Una sesión en tres años es demasiado poco y mis sufridos compañeros de mesa (International Khiladi, José Luís y Roger) esperan jugar todo lo que les prometí. De momento tengo todo preparado para que empecemos con Star Wars: Al Filo del Imperio y tenemos que terminar la partida de True Investigator. Quiero desempolvar mis libros de Cyberpunk: 2020 y jugar la campaña del EuroTour, para la que preparada una sesión previa muuuuuy especial. Y también quiero arbitrar I Am Zombie, Numenera, el nuevo Space: 1889 y Eclipse Phase, juego que me apetece probar hace mucho. Quedan 366 días (¡que 2016 es bisiesto!), tiempo suficiente para jugar todo eso y más.
Feliz año nuevo y gracias por seguir leyendo a este humilde escriba adicto a los juegos de rol. ¡Nos leemos en 2016!