martes, 30 de julio de 2024

49 órbitas

Tal día como hoy, se fundó la milenaria ciudad de Bagdad, se produjo la Primera Defenestración de Praga  y murieron Otto von Bismarck, el emperador Meiji de Japón, James Blish, Joe Shuster e Ingmar Bergman. También nacieron Fernando I de Médici (bajo cuyo mecenazgo se dio a conocer la ópera en toda Europa), Emily Brontë, Arnold Schwarzenegger, Kate Bush, Laurence Fishburne, Lisa Kudrow, Terry Crews, Simon Baker y Christopher Nolan. Y mientras Jimmy Hoffa esperaba en un restaurante sin saber que iba a dar su último paseo, International Khiladi y yo llegamos a este universo porque en Sigil no había ningún Laberinto que pudiera contenernos.


¡Y nuestra llegada al Plano Material fue increible-ble!


Un mes antes de cumplir 14 años, International Khiladi y yo habíamos jugado nuestras primeras partidas de rol en un centro cívico recién inaugurado. Nos gustó tanto que nos pasamos todo el mes jugando en dicho centro, ya fuera a los pocos juegos de rol publicados en español (D&D Caja roja, RuneQuest y La llamada de Cthulhu) o a juegos en francés e inglés. Obviamente, ese año pedimos que como regalo de cumpleaños nos compraran un juego de rol. International Khiladi optó por RuneQuest y yo por la caja roja D&D de Dalmau Carles. Estos fueron los dos primeros juegos de rol de lo que se convertiría en una extensa ludoteca.



Hoy mi clon oscuro/gemelo gatuno y yo hemos completado hoy 49 órbitas alrededor del Sol. Aunque hemos encontrado algunos baches por el camino, ha sido un buen viaje hasta la fecha. ¡Quedan muchas más órbitas que completar y juegos por probar! ¡Todavía vamos a dar mucha guerra!
 
¡Feliz cumpleaños, hermano!
 
Esta entrada se la dedico a la madre de International Khiladi y mía, que falleció a finales del año pasado. Ella fue quien hoy hace 35 años nos regaló nuestros primeros juegos de rol. Desde el primer momento, nuestra madre comprendió que los juegos de rol eran una actividad excelente para reunir a un grupo de amigos alrededor de una mesa. Jamás puso pegas a que hubiera partida en casa (que era el piso de todo nuestro grupo que tenía el comedor más grande) y actuó de anfitriona de tal forma que la gente estaba encantada de venir a jugar a nuestra casa. También se preocupó de que, en nuestra adolescencia, tuviéramos juegos de rol como regalo de cumpleaños y para Navidad. Cuando empezaron las difamaciones contra los juegos de rol, salió en defensa de esta afición sin dudar un segundo frente a algunos de sus amigos que querían convencerla de que se trataba de «algo peligroso».