Tras un largo periodo alejado del mundillo rolero, Mark Rein•Hagen, el creador de Vampiro: La Mascarada, vuelve a primera línea con su nuevo juego de rol: I Am Zombie.
En I Am Zombie los jugadores encarnan a un Tóxico, una víctima de la enfermedad conocida como el Azote. Los tóxicos se encuentran en un estado entre los vivos y los muertos. Sus mente permanecen vivas pero sus cuerpos acumulan Odium, una ponzoña generada por el Azote que corrompe la carne y amenaza con convertir a los infectados en Skags, zombies sin mente que sólo viven para alimentarse.
A medida que un Tóxico acumula Odium adquiere su cuerpo adquiere una fuerza y resistencia sobrehumanas, pero su mente se aleja poco a poco de lo humano y amenaza con perder el control. Pero si un Tóxico logra purgar su Odium (algo que sólo es temporal) su apariencia se asemejará a la de un humano. Es más, su estado será como una versión ideal de su yo humano.
Cada Tóxico pertenece a uno o más Linajes, que serían el equivalente a las líneas de sangre de Vampiro o a las organizaciones o cultos de otros juegos de Mundo de Tinieblas, aunque no tienen relación con ellos ya que el juego lo editarán Eschaton Media y Make-Believe Games.
Para complicar su ya difícil existencia, los Tóxicos deben guardarse de organizaciones como el CDC, la agencia responsable de las enfermedades contagiosas en los EEUU, la Inquisición, que ha combatido al Azote desde la Peste Negra, y el B.L.E.A.C.H., un grupo paramilitar dispuesto a terminar de una vez por todas con el Azote eliminando a los Tóxicos cueste lo que cueste.
A simple vista es fácil ver los puntos en común entre I Am Zombie con Vampiro: La Mascarada. Eso no no le resta interés al proyecto pero hay algunos puntos a tener en cuenta. I Am Zombie utiliza un sistema bautizado como Axiom. La creación de personajes consiste en coger una baraja que compras o descargas y extraer siete carteas de ella. Eso determina las habilidades, características, arquetipos o afiliaciones del personaje.
Y ya está.
Las cartas sirven también como experiencia, ya que un jugador acumula cartas a medida que su personaje progresa, hasta un máximo de quince cartas por personaje. El reverso de cada carta refleja las connotaciones negativas a la hora que un personaje acumula Odium.
Este factor completamente aleatorio que además depende de tener una baraja de cartas (porque imprimir las 112 cartas que componen la baraja humana y la del tóxico va a ser un devoracartuchos de tinta) es algo que no me acaba de gustar. En principio el juego cuenta con una hoja de personaje en la que transcribir toda la información de las cartas para que aquellos jugadores que prefieran un juego más "tradicional", pero por lo que he leído sobre el juego me huele a mí que las cartas seguirán siendo un factor vital en el juego. Incluso se habla de posibles expansiones
En cuanto a la mecánica, se basa en dice pools y en acumular éxitos con tiradas de d6. Cada carta tiene en su parte superior tres habilidades o atributos. Se lanzan tantos d6 como el número total de atributos o habilidades que se determine puedan influir en la situación, siendo siempre como mucho dos habilidades, una habilidad y un atributo o dos atributos. Los resultados de 5 y 6 cuentan como éxitos, los de 1 como fallos. Cada fallo cancela un éxito. El color de las cartas determina una categoría (verde es Social, púrpura Mental, rojo Caos, azul Físico y plateado Tóxico). El número de cartas de un color determinado es el máximo número de éxitos que un jugador puede "guardar" de su tirada antes de restar los fallos. Si hay más fallos que éxitos se genera una complicación, normalmente a modo de dados extra para un oponente. Aquí veo un problema similar al de la primera y segunda edición de Vampiro, cuando los píifiaban más cuanto mejores fueran. Ya veremos como quedan las reglas finales.
Para ayudar a los personajes a sobrevivir, el juego cuenta con un sistema opcional, una especie de mezcla entre Fate points y bufos con los que el árbitro premia la interpretación de los jugadores. Estos puntos están representados por los bump-chips, 48 fichas de póquer que tienen grabada la clase de mejora temporal que representan, y se pierden cuando son utilizados. Sí, también se tienen que adquirir por separado, aunque podrán descargarse en PDF de manera gratuita.
Otra pega que le veo que ya pueden llamarlos como quieran, que como el título indica se trata de otro juego de zombies. Vale, eso es ya un tema de gusto personal, pero la temática zombie no me atrae y considero que es ya un tema sobreexplotado en general. Por otra parte, es un juego de Mark Rein•Hagen. Vampiro: La Mascarada es un juego que se ha ganado tanto seguidores fanáticos como gente que lo odia a muerte. Yo guardo muy buen recuerdo del viejo Mundo de Tinieblas, así que le concedo el beneficio de la duda, pese a sus cartas, sus bump-chips y sus zombies.
El proyecto se financiará mediante crowdfunding en Kickstarter, Hay niveles de recompensa para todos los gustos, algunos quizás un poco caros, pero yo creo que el precio medio merece la pena, más cuando el autor ha asegurado que cuatro quintas partes del libro estarán destinadas a la ambientación, hecho que me ha terminado por decidir a favor del proyecto. La fecha prevista de salida es en mayo del años que viene, bastante ajustada teniendo en cuenta los envíos que debería hacer en caso de lograr y el que la mayoría de juegos americanos se imprimen normalmente en China para abaratar costes (a lo que hay que sumar el tiempo de transporte el barco hasta los EEUU).
Podéis consultar más información sobre I Am Zombie y apuntaros al mecenazgo en su página de Kickstarter.
Podéis leer más sobre las reglas y la ambientación del juego en la página web de I Am Zombie.
Otro tremendísimo juego que será doblemente hateado (por los que odian Vampire y por los que odian Kickstarter XD) pero que de momento pinta muy bien. Obviamente acabará uno en casa porque te lo has pillado ;)
ResponderEliminarEllos se lo pierden. A ti te ha encantado el Head-In-The-Box nada más verlo xD
EliminarY el riesgo de los gastos de envío, que como lo paren en aduanas te sube un buen pico.
ResponderEliminarYo he tenido suerte y no me han parado en Aduanas ninguno de los proyectos de Kickstarter a los que me he apuntado. De hecho, de todas las compras en países extracomunitarios que he hecho los últimos años (que han sido docenas) sólo me han parado dos envíos: los de la tienda de Luke Crane de productos de The Burning Wheel.
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