Entre la crisis económica mundial y la proliferación de los servicios de venta online, la era de las grandes superficies ha llegado a su fin. Buena prueba de ello es que, en los últimos años, las cadenas más importantes de todo el mundo se han visto afectadas. Empresas que parecían titanes invencibles han tenido que reducir de forma drástica el número de sus tiendas, con el inevitable y lamentable recorte de personal. Muchas de estas empresas han terminado en procesos de quiebra y liquidación. Uno de estos caso ha sido la norteamericana K-Mart que, pese a salvarse in extremis, se ha convertido en una sombra de lo que llegó a ser.
Sin embargo, en los años 80 y principios de los 90, las grandes superficies todavía mantenían su poder. En países como EE.UU., estos centros posían ser los únicos lugares donde los habitantes de pueblos y ciudades pequeñas podían comprar artículos especializados.
El mundo de la ficción no desaprovechó estos lugares como escenario. George A. Romero y su Dawn of the Dead demostraron que los centros comerciales son perfectos para ambientar una sesión de horror. Pero no solo de comecerebros viven les Directores de Juego. Hay más géneros a los que recurrir. Tenemos comedias como The Blues Brothers (con su famosa escena de persecución/destrucción en el centro comercial) y Mallrats, que transcurre casi en su totalidad en un centro comercial. También películas de artes marciales como Armas Invencibles (Police Story) con su tremendísima escena final, en un torbellino de hostias como panes a lo largo y ancho de una gran superficie en la que todo puede ser destruido o convertirse en un arma (probablemente la mejor escena rodada por Jackie Chan) que demuestra las posibilidades de un escenario así.
La literatura moderna también usa el centro comercial como escenario. Yo os recomiendo Kingdom Come (traducida en España como Bienvenidos a Metro-Centre), la última novela que escribió J. G. Ballard antes de morir, si queréis ideas para Delta Green, Over the Edge, Unknown Armies y Los Esoterroristas, pese a la total ausencia de cualquier elemento sobrenatural.
¿A qué viene todo este rollo sobre los centros comerciales? Pues a que Mark Davis, un antiguo empleado de un centro comercial K-Mart durante finales de los años 80 y principios de los 90, guardó las cintas de cassette que se utilizaban como hilo musical. Estas cintas contienen la música tipo «de ascensor» que se escuchaba por la megafonía del centro comercial, con breves anuncios de publicidad y ofertas insertados entre tema y tema. Cada cinta dura una hora (media hora por cara) y, en principio, tenía que cambiarse cada mes por una nueva, que incluía las ofertas del mes y los nuevos anuncios.
Davis ha digitalizado estas cintas y las ha puesto a disposición de todo el mundo a través de The Internet Archive. Como es lógico, la calidad de sonido no es la mejor, pero pensad que se trata de unos cassettes de hace 30 años que sonaron 14 horas al día en auto-reverse durante un mes seguido (eso son unas 800 reproducciones por cara en un breve periodo de tiempo). Como postre, un par de usuarios de The Internet Archive han añadido a la colección K-Mart varios vinilos identificados con el nombre S. S. Kresge Co., que era el nombre que tenían la Kmart Corporation hasta 1977.
Estos cassettes son ideales para utilizar en cualquier partida ambientada en los años 80-90 en el momento que los PJs vayan a un centro comercial. Sin pensar demasiado me viene a la mente Tales from the Loop de Fria Ligan, módulos de La llamada de Cthulhu de época moderna que pasen en esos años (en especial el viejo Delta Green), el nuevo Delta Green, James Bond de Victory Games y Top Secret/S.I. (la 2ª edición del juego) de TSR. ¡Incluso pueden usarse con Paranoia! ¿Qué es esa extraña sección a la que los TunelaBots han accedido accidentalmente? (AVISO: Decir que ha sido un accidente es TRAICIÓN porque implica sugerir que la programación realizada por el Gran Ordenador es defectuosa, cuando es PERFECTA, ciudadano). Y no digamos para juegos postapocalípticos como Mutant Year Zero, donde los centros comerciales son verdaderos tesoros y también trampas mortales. Además, los centros comerciales fantasma son un fenómeno actual en todo el mundo. Nada mejor que tener que explorar un mall abandonado para que un grupo de agentes de Delta Green termine con los nervios destrozados o algo mucho peor...
Podéis escuchar y descarcargar legalmente los diversos cassettes y vinilos que forman la colección Attention K-Mart Shoppers en The Internet Archive.
Podéis leer la historia de la colección aquí.
El mundo de la ficción no desaprovechó estos lugares como escenario. George A. Romero y su Dawn of the Dead demostraron que los centros comerciales son perfectos para ambientar una sesión de horror. Pero no solo de comecerebros viven les Directores de Juego. Hay más géneros a los que recurrir. Tenemos comedias como The Blues Brothers (con su famosa escena de persecución/destrucción en el centro comercial) y Mallrats, que transcurre casi en su totalidad en un centro comercial. También películas de artes marciales como Armas Invencibles (Police Story) con su tremendísima escena final, en un torbellino de hostias como panes a lo largo y ancho de una gran superficie en la que todo puede ser destruido o convertirse en un arma (probablemente la mejor escena rodada por Jackie Chan) que demuestra las posibilidades de un escenario así.
La literatura moderna también usa el centro comercial como escenario. Yo os recomiendo Kingdom Come (traducida en España como Bienvenidos a Metro-Centre), la última novela que escribió J. G. Ballard antes de morir, si queréis ideas para Delta Green, Over the Edge, Unknown Armies y Los Esoterroristas, pese a la total ausencia de cualquier elemento sobrenatural.
¿A qué viene todo este rollo sobre los centros comerciales? Pues a que Mark Davis, un antiguo empleado de un centro comercial K-Mart durante finales de los años 80 y principios de los 90, guardó las cintas de cassette que se utilizaban como hilo musical. Estas cintas contienen la música tipo «de ascensor» que se escuchaba por la megafonía del centro comercial, con breves anuncios de publicidad y ofertas insertados entre tema y tema. Cada cinta dura una hora (media hora por cara) y, en principio, tenía que cambiarse cada mes por una nueva, que incluía las ofertas del mes y los nuevos anuncios.
Davis ha digitalizado estas cintas y las ha puesto a disposición de todo el mundo a través de The Internet Archive. Como es lógico, la calidad de sonido no es la mejor, pero pensad que se trata de unos cassettes de hace 30 años que sonaron 14 horas al día en auto-reverse durante un mes seguido (eso son unas 800 reproducciones por cara en un breve periodo de tiempo). Como postre, un par de usuarios de The Internet Archive han añadido a la colección K-Mart varios vinilos identificados con el nombre S. S. Kresge Co., que era el nombre que tenían la Kmart Corporation hasta 1977.
Estos cassettes son ideales para utilizar en cualquier partida ambientada en los años 80-90 en el momento que los PJs vayan a un centro comercial. Sin pensar demasiado me viene a la mente Tales from the Loop de Fria Ligan, módulos de La llamada de Cthulhu de época moderna que pasen en esos años (en especial el viejo Delta Green), el nuevo Delta Green, James Bond de Victory Games y Top Secret/S.I. (la 2ª edición del juego) de TSR. ¡Incluso pueden usarse con Paranoia! ¿Qué es esa extraña sección a la que los TunelaBots han accedido accidentalmente? (AVISO: Decir que ha sido un accidente es TRAICIÓN porque implica sugerir que la programación realizada por el Gran Ordenador es defectuosa, cuando es PERFECTA, ciudadano). Y no digamos para juegos postapocalípticos como Mutant Year Zero, donde los centros comerciales son verdaderos tesoros y también trampas mortales. Además, los centros comerciales fantasma son un fenómeno actual en todo el mundo. Nada mejor que tener que explorar un mall abandonado para que un grupo de agentes de Delta Green termine con los nervios destrozados o algo mucho peor...
Podéis escuchar y descarcargar legalmente los diversos cassettes y vinilos que forman la colección Attention K-Mart Shoppers en The Internet Archive.
Podéis leer la historia de la colección aquí.