ADVERTENCIA: Esta entrada contiene enlaces y referencias sobre violación, abusos sexuales, acoso, manipulación, transtorno por estrés postraumático y violencia. No hay nada malo por sentirse incómodes ante unos temas tan serios. Si ese es el caso, por favor, no sigáis leyendo. Si vais a leer la entrada, leedla entera, incluso los artículos los enlazados, por favor. Es importante y la lectura en diagonal no os ayudará a haceros una idea de la situación. Gracias.
Si no habéis leído las anteriores entregas, por favor, hacedlo antes de leer esta.
Diez días. Eso es lo que ha tardado el «señor» James Edward Raggi IV, editor y dueño de Lamentations of the Flame Princess, editorial donde ZS había publicado material para el juego homónimo, en hacer una declaración de algún tipo. Diez días en los que principalmente ha dado la callada por respuesta.
Desde que Mandy Morbid hizo pública su historia de abusos, les aficionades preguntaron a Raggi qué postura iba a tomar como editor de ZS, tanto con el material ya publicado como con el que estaba anunciado. ¿Y qué hizo Raggi? Nada. Silencio absoluto.
Solo cuando Raggi se vio acorralado por un buen número de aficionades que le dijeron que no volverían a un gastar un solo céntimo en su material, dijo que haría una declaración. Puso por excusa que primero tenía que consultarlo con su equipo legal y escribió en su cuenta de Facebook que esta declaración sería «en breve».
Fans preguntando muy educadamente a Raggi su postura en su foro oficial. Resultado: ni puto caso.
Raggi haciendo amigues en Facebook.
Eso fue el miércoles 13. El sábado 16 no había ni rastro de los comentarios de Raggi en Facebook. El hilo del foro oficial duró algo más, pero también acabó sufriendo el mismo destino. Esto no le hizo ni pizca de gracia a la gente. De nuevo, se repitió la misma excusa: «mis abogades».
«Tengo curiosidad de saber por qué tu entrada sobre una próxima declaración se ha borrado en [tu cuenta de] Facebook» le dijo un aficionado en Twitter, cansado con sus excusas. Abajo tenéis la captura.
Raggi repitiendo «abogados» en Twitter y comiéndose un zasca de postre.
Por fin,
la declaración oficial de James Raggi como editor de
Lamentations of the Flame Princess ha llegado. Aunque voy a comentarla entera, ya os aviso: es vergonzosa e insultante. Diría que no me esperaba menos de él, pero me equivoco. Ha sido mucho peor.
Raggi empieza con un «Terminemos con esto», lo cual deja muy clara su posición. Para Raggi, este asunto es un problema y cuanto antes «termine», mucho mejor. Seguidamente vuelve a hablar del asesoramiento legal recibido una y otra vez, y de que es responsable hasta de los comentarios. Así que no va a comentar el contenido de las diversas declaraciones y va a moderar los comentarios (vamos, que va a borrar cualquier comentario que haga relación a las declaraciones). Como última parte de esta introducción, Raggi enfatiza «recomendado» por su abogade que Lamentations of the Flame Princess es una obra de ficción y que toda la violencia incluyendo la sexual que aparece en el juego debe quedar allí, en el juego, porque en la realidad no es aceptable. Es la típica advertencia que llevan muchos juegos norteamericanos en la página de los créditos para quitarse de encima cualquier posible problema legal futuro.
La excusa de los abogados no es lo que esperas de una declaración sobre abusos.
¿Cómo queda la relación entre ZS y LotFP? Os resumo la declaración:
1- Los futuros proyectos de ZS quedan cancelados. El stock publicado se queda tal cual. Una vez se venda el material, no se reimprimirá.
2- ZS es autor de tres títulos: Vornheim, Red and Pleasant Land y Frostbitten and Mutilated. Nunca ha sido parte de la dirección, no ha tomado decisiones sobre libros en los que no haya sido acreditado y no tiene más interés financiero en la compañía que los derechos de autor de las ventas de esos tres títulos.
3- ZS recibió un avance a cuenta de dos nuevos títulos. Uno estaba en la fase final de desarrollo y estaba previsto para abril, y había preparada una reimpresión de Red and Pleasant Land. Ambos se han cancelado. Quedan anuladas sus contribuciones al Referee Book.
4- La reimpresión de Death Frost Doom, que es en su mayor parte cantidad obra de ZS está en la imprenta y casi listo. Raggi usa su habitual tono plañidero (como el que empleó en la Gen Con del año pasado) para quejarse del dinero que le cuesta, por lo que piensa venderlo porque «se pagó [a ZS] a principios de 2014 y no recibe pagos en concepto de derechos de autor». Tus prioridades han quedado claras, Jimmy.
5- ZS es el editor de Veins of the Earth pero la obra es de Patrick Stuart. Su trabajo terminó en 2015 y ya cobró por él. No percibe derechos de autor por este título.
6- Aquí es cuando Raggi pierde totalmente el rumbo. Empieza diciendo que tiene dos empleades a tiempo completo (une es él mismo) y une a tiempo parcial, que ha invertido en docenas de proyectos en los que ZS no participa, que mucha gente cobra derechos de autor de títulos que no tienen que nada ver con ZS. Algunes han abandonado sus futuros proyectos y otres puede que lo hagan (bien por elles), pero él planea seguir editando en el mismo nivel de calidad. Otra vez las prioridades claras.
Y ahora es cuando el marcador de mierda se dispara: «Y ahora una nota personal...».
Raggi ha hablado «con un montón de gente [...] con diferentes perspectivas, desde les profundamente afectades hasta el representante de la imprenta* que no conoce a nadie involucrado». Según Raggi, toda esta gente tiene en común una cosa: «están desanimados».
Todos ellos. ¿Y por qué? Raggi nos lo cuenta: «Reconocen que es una tragedia».
Ya era hora. Ha tardado en mostar algo de empatía.
«[...]reconocen lo que estábamos perdiendo».
Espera un momento. ¡¡¡¿¿¿QUÉ???!!!
* No sé si habéis hablado alguna vez con alguien de una imprenta. Yo sí. Suelen ser gente muy ocupada, incluso cuando no llevan exceso de trabajo, cuya prioridad es sacar la faena lo antes posible. Lo que ocurra en la comunidad rolera le da igual. Incluso les comerciales, que suelen navegar en piloto automático («Ajá, ya veo, fascinante, sí, claro»), no están para escuchar esas historias. Así que el «montón» de Raggi no existe.
Resumiendo: «La tragedia es perder a ZS». Me cago en sus muertos.
No es una muestra de empatía con las víctimas. Raggi dice literalmente en su declaración que la situación (el exigir que ZS sea apartado de este mundillo) es una tragedia por lo que estamos perdiendo (que no pueda seguir publicando ni comportándose como le dé la gana). Esto es suficiente para hacer hervir la sangre a cualquier persona con dos dedos de frente. Pero no queda ahí la cosa.
«Pero hay otra gente ahí fuera. Gente que cree que no cree que esta sea una situación trágica. Hay gente ahí fuera entusiasmada con cómo han salido las cosas. Y serán los más serviciales sugiriendo todo lo que todavía hace falta hacer.
»Necesitáis mantener los ojos bien abiertos en busca de estas serpientes deslizándose entre nosotros, fingiendo compasión cuando solo escupen crueldad, amando lo que esto nos ha hecho a nosotros, listos para sacar provecho de la situación para sí mismos y erosionar más aún lo que colectivamente hemos construido como comunidad creativa.
»No se lo permitáis.
»Y una última cosa. Me gustaría darle las gracias a Z por todo el trabajo y el apoyo a lo largo de los años. Estoy totalmente destrozado por no poder seguir colaborando».
El asco infinito.
Vamos a ver, Jimmy. Gente que no cree que esto sea trágico, entusiasmada, que finja compasión, cruel, que ame el dolor causado, que aproveche la situación en su beneficio y para dañar lo logrado. Fácil: les sociópatas y les narcisistas. Se me ocurre una persona que casa con ambos perfiles y no es el actual presidente de EE.UU. precisamente. La gran mayoría de les demás aficionades, incluso entre tus acérrimes defensores, dicen sin reparos que es una tragedia, pero no «por lo que estábamos perdiendo».
Ese «doy las gracias» ha quedado muy feo. Sobre todo después del numerito de «mi abogado me ha dicho» y demás pamplinas. ¿Qué creías? ¿Que ibas a despertar una respuesta emocional hacia ZS al verte ningunear a las víctimas? Porque eso es precisamente lo que has hecho. Has identificado como tragedia lo que le pase a ZS, contradiciendo así tus propios argumentos. Y te han clichado.
«Si no puedes decir nada personal ni sobre las alegaciones en la declaración, quizás deberías de
haber prescindido de la declaración personal al final. Eso dice jodidamente mucho [sobre ti]»
La declaración no ha tardado en recorrer la comunidad rolera de punta a punta del mundo. Y no le ha hecho puñetera gracia. Hay varios puntos en los que muchísima gente coincide: la declaración de Raggi es rocambolesca y está cargada de paranoia. Que además se aproveche para dar las gracias a ZS y culpar a la gente de su «tragedia» es denigrante con las víctimas e insultante.
Como muestra os pongo los comentarios de los diseñadores Grant Howitt y Matt Forbeck, poco después de hacerse público el comunicado de Raggi. Ambos están flipando con Raggi y su tragedia, y comentan que es raro que une abogade haya podido aconsejarle la parte final de la declaración.
Flipanmdo en colores. Como todes.
Escribir esta entrada me ha tomado unas horas, entre reunir el material, hacer las nuevas capturas de pantalla, preparar las imágenes y cotejar la información. En este tiempo, le ha llovido tantísima mierda a Raggi que ha tenido que hacer un anexo a su comunicado para clarificar su postura.
No ha sido de mucha ayuda que digamos.
«Ninguna parte de mi declaración debe ser tomada por una opinión sobre las partes originales. No hablo de ninguno de los hechos allí detallados». Pues no lo parece. Porque te ha salido un alegato en defensa de tu niño bonito en toda regla.
Raggi prosigue diciendo que la gran mayoría de la gente que ofrece apoyo y pide que se haga algo son sinceros, «pero algunos no». Insiste en lo de que algunos no lo ven como «una tragedia». Jimmy, tu tragedia y la verdadera tragedia ocurrida son dos cosas tan diferentes que están en polos opuestos. Luego dedica el 50% del texto en explicar lo duro que es tener que dejar de colaborar con ZS y que por eso tiene que darle las gracias. ¿Para él si tienes empatía? ¿No te ha dicho tu abogado que eso hace que tu neutralidad, tu «yo no tomo parte» se vaya a la mierda? Porque es lo que ocurre.
James Edward Raggi IV siempre ha dicho que la libertad creativa tiene que estar por encima de todo. Con Lamentations of the Flame Princess ha creado un sello en el que, como él mismo dice en su declaración, puede resumirse con un «¿Qué demonios estaban pensando?» (What the hell were they thinking? en el original). ZS era uno de sus ases, un agent provocateur que no deja indiferente a nadie. Sus productos vendían, algo que para él es vital, tal y como demuestran sus contínuos lloriqueos sobre el dinero. Para colmo, ZS tenía hasta ahora el suficiente número de aficionados que preferían ignorar la mierda que le rodeaba, y que podían conseguir de vez en cuando el suficiente número de votos como para que llevarse un premio.
Eso lo que de verdad le jode a Raggi. Ha perdido a su enfant terrible. Ha perdido las ventas asociadas a sus productos a perpetuidad. Ha perdido varios autores con sus respectivos proyectos y otros más están pensando si merece la pena publicar con un editor a quien le importa más perder a un autor que condenar sus execrables acciones. Ha perdido aficionados que compraban su producto que no van a volver a hacerlo, muchos más de los que él se piensa. Y aunque haya ido siempre con el aire de outsider como si le importase una mierda lo que opinaran los demás profesionales, ha perdido el poco respeto que pudiera quedar hacia él.
James Edward Raggi IV se ha comportado como un cobarde como editor. Ha tardado diez días en tomar una decisión para la que no había duda alguna y emitir un maldito comunicado oficial. No se trataba de un asunto complicadísimo como el desarme de dos países en guerra. Cualquier ramificación legal la podía haber resuelto en una tarde.**
James Edward Raggi IV nos ha mostrado su verdadera cara. Ha tardado diez días en expulsar de su editorial a ZS y lo ha hecho porque no tiene otro remedio. Porque esta vez la marea no se ha detenido. Porque no hay lugar en el mundo donde se va a poder esconder. Diez malditos días y no ha sido capaz de mostrar la menor empatía por las víctimas de esta tragedia. No la que Raggi ha proclamado con total hipocresía a los cuatro vientos mientras se mesaba los cabellos. La verdadera. La que han sufrido durante años las víctimas. Años de abusos, de violencia, de acoso. Gente que ha quedado marcada, traumatizada y herida. Entre estas personas, algunas se han apartado de nuestra afición a causa de lo que han sufrido. A esta gente sí que la hemos perdido, probablemente para siempre.
Pero a Raggi eso le da igual.
«No quiero responsabilidades, por eso tengo abogado. Me cuesta dinero no editar esto. Pobre ZS, que lo perdemos para siempre. La culpa es de la gente mala, oculta entre nosotros».
Ese ha sido el comunicado oficial. Una soberana mierda que lo único que sirve es para demostrar la bajeza moral de quien lo ha hecho suyo, lo haya redactado él o no.
Para concluir os diré que, en mi opinión, James Raggi forma parte de todo lo malo que hay en esta afición. No se puede tener semejante falta de empatía, ni comportarse de esa manera y esperar que no haya consecuencias. Personalmente, no compro los productos de Lamentations of the Flame Princess pero, si lo hiciera, dejaría de hacerlo de forma tajante. Puesto que el dinero parece ser lo único que entiende y le importa, que sea ese el medio por el que le llegue el mensaje.
Y si se ve obligado a tener que cerrar la editorial, no voy a ser yo el que llore.
ADVERTENCIA. Voy a ser muy directo: no hay lugar para les abusadores ni sus defensores en esta afición. Esto no es un debate. Si pensáis que los blogs de rol deberían limitarse a hablar solo de juegos, entonces ya os podéis ir y no volváis, porque sois parte del problema.
Los comentarios maleducados, los que exijan pruebas, el tone policing, las incitaciones a flame wars, el whataboutism y demás trucos para desviar la atención serán ignorados.
No voy a tolerar ninguna defensa de ZS ni de Raggi en este blog, ni mucho menos de su «tragedia».