ADVERTENCIA: Esta entrada contiene referencias a acoso sexual. No hay nada malo en sentirse incómodo ante un tema tan serio. Si ese es el caso, por favor, no sigáis leyendo. A partir de ahora voy a incluir esta clase de avisos en las entradas similares.
Hace tiempo que dejé de interesarme por la obra de Franz Mentzer. Sus cuentas de redes sociales estaban llenas de diatribas propias del pensamiento más conservador norteamericano (armas, pena de muerte, no a la inmigración y demás lindezas) que ha puesto a un loco al mando de uno de los mayores arsenales nucleares del mundo. Hasta hace poco lo tenía catalogado como alguien con un pensamiento típico de redneck que vivía de la nostalgia por "los viejos buenos tiempos" del mundo del rol (no voy a profundizar en esta ocasión en el binomio OSR/cuñadismo que está presente sobre todo en EE.UU., porque merece una entrada propia).
La polémica actual ha saltado con un hilo de Twitter de Jessica Price, productora, escritora y jefa de proyectos de Paizo, sobre un encontronazo con Frank Mentzer ocurrido hace dos años. Price es una de las profesionales de más alto nivel activa en el mundo de los juegos de rol a día de hoy y no es la primera vez que ha señalado un problema dentro de la comunidad.
La polémica actual ha saltado con un hilo de Twitter de Jessica Price, productora, escritora y jefa de proyectos de Paizo, sobre un encontronazo con Frank Mentzer ocurrido hace dos años. Price es una de las profesionales de más alto nivel activa en el mundo de los juegos de rol a día de hoy y no es la primera vez que ha señalado un problema dentro de la comunidad.
Price empieza por relatar que tras conocer a Mentzer en una convención y añadirlo a sus contactos de Facebook, este se le insinuó. Y tuvo la precaución de hacer capturas de pantalla porque, por desgracia, a día de hoy hay demasiada gente que no cree a una mujer que denuncia un comportamiento abusivo.
Price optó por no darla voz de alarma, algo muy común. ¿por qué? Porque, como demuestran una y otra vez los estudios, las víctimas están en inferioridad de oportunidades ante su agresor.
Sin embargo aquí no acabó la cosa. Un tiempo después, en Price comentó sobre una mujer a la que habían metido mano en un autobús. Una amiga había subido una foto del agresor para identificarlo. Mentzer en inmiscuyó en la conversación diciendo "Si no le gusta, ¿por qué no le dio un puñetazo al tipo?". Pese a la soberana tontería que acababa de soltar el diseñador y la falta de empatía mostrada, Price y una amiga que había sufrido un asalto parecido, le intentaron explicar a Mentzer que la reacción de lucha o huída es diferente en el caso de los asaltos sexuales y que la respuesta habitual de las víctimas ante una situación así (hasta en un 90% de los casos dependiendo del estudio). Es una respuesta muy común del cerebro ante una situación de extremo peligro y ocurre tanto si la víctima es una mujer como si es un hombre.
Sin embargo aquí no acabó la cosa. Un tiempo después, en Price comentó sobre una mujer a la que habían metido mano en un autobús. Una amiga había subido una foto del agresor para identificarlo. Mentzer en inmiscuyó en la conversación diciendo "Si no le gusta, ¿por qué no le dio un puñetazo al tipo?". Pese a la soberana tontería que acababa de soltar el diseñador y la falta de empatía mostrada, Price y una amiga que había sufrido un asalto parecido, le intentaron explicar a Mentzer que la reacción de lucha o huída es diferente en el caso de los asaltos sexuales y que la respuesta habitual de las víctimas ante una situación así (hasta en un 90% de los casos dependiendo del estudio). Es una respuesta muy común del cerebro ante una situación de extremo peligro y ocurre tanto si la víctima es una mujer como si es un hombre.
Pero parece ser inaceptable para Mentzer. No contento con contradecir las evidencias, el diseñador optó por decir que, si eso ocurre, el problema son las víctimas.
Mentzer siguió insistiendo airadamente en la culpabilidad de las víctimas por no luchar y llegó a decir que estaban "enfermas". Cuando se le pidió que dejara de comentar en el hilo, Mentzer se negó y siguió con su diatriba, hasta que Price optó por borrar el hilo para que dejara de comentar de una vez.
Esto no detuvo a Mentzer, quien le mandó un mensaje despectivo a Price, por lo que Price optó por decirle que no volviera a ponerse en contacto con ella. Cuando no le hizo caso, Price lo bloqueó.
La respuesta de Mentzer fue un airado hilo de Facebook en el que daba "su versión" de lo ocurrido, entre amenazas veladas de que Price no volvería a trabajar en el mundo de los juegos de rol. Y, de paso, a borrar las respuestas en su Facebook que no concordaran con su versión (como se puede ver aquí). Price respondió de forma más breve y educada de lo que la actitud de Mentzer merecería y, pese a ello, recibió críticas por sus comentarios.
Como bien señala Price, la industria de los juegos tiene un problema importante de misoginia (algo que he comentado en este blog en más de una ocasión). Por ello no es de extrañar las respuestas a favor de Mentzer o las que quitaban valor a las palabras de Price, pese a que Mentzer se ha ganado durante décadas una reputación de baboso y matón, como señala el diseñador Robert Spooker.
Habrá quien diga que Jessica Price miente (aunque se ha probado una y otra vez que el número de acusaciones infundadas y denuncias falsas es cercano a cero) o que es una exagerada, que Mentzer no ha hecho nada malo salvo "dar su opinión".
Y una mierda.
Frank Mentzer no es Bill O'Reilly, Bill Cosby o Harvey Weinstein, pero su primer mensaje privado a Price me parece deleznable, propio de un fracaso humano, un viejo machista y despreciable con el ego frágil que cree que no puede equivocarse y que se beneficia de su reputación de "vaca sagrada" para hacer avances no solicitados. Esta es la clase de persona que lleva décadas dañando nuestra afición, ante la que solo cabe una respuesta: la tolerancia cero.
Yo creo sin ninguna duda en lo relatado por Jessica Price. Y aunque no aportara pruebas, también la creería. Frente a una situación así, solo hay una respuesta: creer siempre a la víctima. Por lo que a mí respecta, he borrado del blog todas las entradas relativas a proyectos de Frank Mentzer y, en adelante, no daré ninguna cobertura, apoyo o compraré ningún proyecto suyo. No soy idiota, sé que esto no va a afectar a su carrera. Pese a las muestras de apoyo que ha recibido Jessica Price de varios diseñadores conocidos, no va a haber un boicot generalizado de Mentzer. Queda mucho camino por recorrer pero si esta entrada sirve para abrir los ojos a alguna persona ante estas situaciones, me daré por contento.
Podéis leer el hilo con los comentarios originales de Jessica Price aquí.
ACTUALIZACIÓN: Me comenta el amigo Luis de El descanso del escriba que Mentzer acaba de cancelar su actual mecenazgo. Para variar, en la entrada que lo anuncia Mentzer culpa a la dinámica de los mecenazgos, como si fuera una estrategia facilona para sortear los problemas y enriquecerse. Lo primero que dije en la entrada sobre ese proyecto (que he borrado al escribir esta entrada de opinión) es que Mentzer se estaba arriesgando al pedir un cuarto de millón de dólares, sobre todo para un producto que depende de la nostalgia y cuando nunca antes se ha usado el mecenazgo para financiarse. Los datos de Kicktraq me dan la razón: solo un milagro habría permitido financiar ese proyecto. Pero, ¿habrá afectado en algo el que está comentándose el tema de Mentzer y Jessica Price? Difícil saberlo, pero he visto a diseñadores y profesionales de la industria hablar de ello y no precisamente para defender a Mentzer, lo cual me alegra. Aun en el caso de que hayan sido pocas las contribuciones canceladas a raiz de los comentarios de Price, sumadas a los que hayan decidido no ser mecenas del proyecto por esto mismo y a la ya lenta progresión de la recaudación reflejada en Kicktraq, ha tenido que notarse. Pero claro, la culpa es del sistema, no de no tener ni idea de como funciona.
Sea cual fuere el motivo de la cancelación, yo personalmente me alegro de que el proyecto no haya podido salir adelante. Y si Mentzer no vuelve a sacar nunca nada más, mejor que mejor.
ADVERTENCIA: Esto no es un debate. Si la actitud de Mentzer no os parece tan grave (o peor, creéis que no hay nada que reprocharle porque no ha hecho ni dicho nada malo), si creéis que Jessica Price exagera o es "otra feminista enfadada", o que los blogs de rol deberían limitarse a hablar solo de juegos, entonces ya os podéis ir y no volváis, porque sois parte del problema.
Los comentarios maleducados, los que exijan pruebas, el tone policing, la incitaciones al flame war, los que recurran al "yo conozco un caso que...", o las defensas airadas de la sacrosanta infalibilidad de Mentzer y de Gygax no serán publicados.
La respuesta de Mentzer fue un airado hilo de Facebook en el que daba "su versión" de lo ocurrido, entre amenazas veladas de que Price no volvería a trabajar en el mundo de los juegos de rol. Y, de paso, a borrar las respuestas en su Facebook que no concordaran con su versión (como se puede ver aquí). Price respondió de forma más breve y educada de lo que la actitud de Mentzer merecería y, pese a ello, recibió críticas por sus comentarios.
Como bien señala Price, la industria de los juegos tiene un problema importante de misoginia (algo que he comentado en este blog en más de una ocasión). Por ello no es de extrañar las respuestas a favor de Mentzer o las que quitaban valor a las palabras de Price, pese a que Mentzer se ha ganado durante décadas una reputación de baboso y matón, como señala el diseñador Robert Spooker.
Habrá quien diga que Jessica Price miente (aunque se ha probado una y otra vez que el número de acusaciones infundadas y denuncias falsas es cercano a cero) o que es una exagerada, que Mentzer no ha hecho nada malo salvo "dar su opinión".
Y una mierda.
Frank Mentzer no es Bill O'Reilly, Bill Cosby o Harvey Weinstein, pero su primer mensaje privado a Price me parece deleznable, propio de un fracaso humano, un viejo machista y despreciable con el ego frágil que cree que no puede equivocarse y que se beneficia de su reputación de "vaca sagrada" para hacer avances no solicitados. Esta es la clase de persona que lleva décadas dañando nuestra afición, ante la que solo cabe una respuesta: la tolerancia cero.
Yo creo sin ninguna duda en lo relatado por Jessica Price. Y aunque no aportara pruebas, también la creería. Frente a una situación así, solo hay una respuesta: creer siempre a la víctima. Por lo que a mí respecta, he borrado del blog todas las entradas relativas a proyectos de Frank Mentzer y, en adelante, no daré ninguna cobertura, apoyo o compraré ningún proyecto suyo. No soy idiota, sé que esto no va a afectar a su carrera. Pese a las muestras de apoyo que ha recibido Jessica Price de varios diseñadores conocidos, no va a haber un boicot generalizado de Mentzer. Queda mucho camino por recorrer pero si esta entrada sirve para abrir los ojos a alguna persona ante estas situaciones, me daré por contento.
Podéis leer el hilo con los comentarios originales de Jessica Price aquí.
ACTUALIZACIÓN: Me comenta el amigo Luis de El descanso del escriba que Mentzer acaba de cancelar su actual mecenazgo. Para variar, en la entrada que lo anuncia Mentzer culpa a la dinámica de los mecenazgos, como si fuera una estrategia facilona para sortear los problemas y enriquecerse. Lo primero que dije en la entrada sobre ese proyecto (que he borrado al escribir esta entrada de opinión) es que Mentzer se estaba arriesgando al pedir un cuarto de millón de dólares, sobre todo para un producto que depende de la nostalgia y cuando nunca antes se ha usado el mecenazgo para financiarse. Los datos de Kicktraq me dan la razón: solo un milagro habría permitido financiar ese proyecto. Pero, ¿habrá afectado en algo el que está comentándose el tema de Mentzer y Jessica Price? Difícil saberlo, pero he visto a diseñadores y profesionales de la industria hablar de ello y no precisamente para defender a Mentzer, lo cual me alegra. Aun en el caso de que hayan sido pocas las contribuciones canceladas a raiz de los comentarios de Price, sumadas a los que hayan decidido no ser mecenas del proyecto por esto mismo y a la ya lenta progresión de la recaudación reflejada en Kicktraq, ha tenido que notarse. Pero claro, la culpa es del sistema, no de no tener ni idea de como funciona.
Sea cual fuere el motivo de la cancelación, yo personalmente me alegro de que el proyecto no haya podido salir adelante. Y si Mentzer no vuelve a sacar nunca nada más, mejor que mejor.
ADVERTENCIA: Esto no es un debate. Si la actitud de Mentzer no os parece tan grave (o peor, creéis que no hay nada que reprocharle porque no ha hecho ni dicho nada malo), si creéis que Jessica Price exagera o es "otra feminista enfadada", o que los blogs de rol deberían limitarse a hablar solo de juegos, entonces ya os podéis ir y no volváis, porque sois parte del problema.
Los comentarios maleducados, los que exijan pruebas, el tone policing, la incitaciones al flame war, los que recurran al "yo conozco un caso que...", o las defensas airadas de la sacrosanta infalibilidad de Mentzer y de Gygax no serán publicados.
Todo esto es muy lamentable y es quedarse corto diciendo que es solo "lamentable", pero no tengo fuerzas ni ánimos para decir algo mas fuerte. No se si aun sigue su mecenazgo en marcha pero este escándalo no le va a sentar nada bien.
ResponderEliminarQue asco de vida, por dios. Mañana me lo llevo como Entrada Invitada, con tu venia.
Como siempre, puedes usar lo que necesites del blog sin mi venia, amigo ;)
EliminarVaya, lo ha cancelado:
ResponderEliminarhttps://www.kickstarter.com/projects/extsr/frank-mentzers-empyrea-fantasy-setting-for-10-rpg?lang=es
Llevando ya mucho tiempo yo mismo comprobando los abusos de las vacas sagradas y la dinámica de culpar a la víctima, este artículo me da datos concretos de como funcionan los egos y la maldad, pero no me enseña nada que no sepa.
ResponderEliminarEnrique Vila
Es muy triste y lamentable que ocurran cosas así, pero hay que darles pábulo para concienciar de esto en este y en todos los ámbitos cotidianos. Gracias por escribir sobre ello.
ResponderEliminarUn acosador es acosador venga de dónde venga. Aunque sea un escritor famoso o diseñador de un juego que nos guste.
Un saludo.