ADVERTENCIA: Esta entrada contiene enlaces y referencias sobre abusos sexuales, acoso, manipulación, hacer luz de gas, relaciones tóxicas, depresión, transtorno por estrés postraumático y violencia. No hay nada malo en sentirse incómodes ante unos temas tan serios. Si ese es el caso, por favor, no sigáis leyendo. Si leéis el artículo, por favor, leed la entrada entera y los enlaces incluidos. Los temas son importantes y la lectura en diagonal no os ayudará a haceros una idea del asunto. Gracias.
Menuda semana. Después de años de advertencias, acusaciones, e incluso pruebas ignoradas por editores, blogueres, y aficionades, ha pasado lo que inevitablemente muches avisamos que pasaría: la basura producida por las acciones ZS, supuesto «enfant terrible» del movimiento OSR, y la red de mentiras y miedo que había intentado tejer para protegerse se ha desmoronado y ha dejado a la luz su verdadera faceta. Ha tenido que ser Mandy Morbid, entre sus víctimas quizás la que peor lo ha pasado, la que haya contado los abusos sufridos (no la leáis si creéis que os puede afectar). A su durísima declaración pronto se le han unido tres más, un mazazo imposible de ignorar incluso para muches de sus defensores.
Lo peor de todo es que buena parte de las acusaciones ya era conocida pero la gente había hecho oídos sordos, en especial editoriales como Wizards of the Coast, White Wolf y, como no, James Raggi y su Lamentations of the Flame Princess, de quien ZS es uno de los autores mimados. Fred Hicks de Evil Hat Productions es de les poces editores que desde un principio plantó cara y defendió a las víctimas de ZS. Steve Wieck de OneBookShelf ha anunciado que ZS está vetado en todas las tiendas online de la plataforma (DriveThruRPG, RPGNow...), todo un golpe para sus futuras finanzas.
No voy a dedicarme a repasar qué se ha dicho y qué no. Empezad por aquí. Buscad los enlaces compartidos por gente como Jessica Price y Holden Shearer.
Ojalá pudiera terminar aquí esta entrada, pero este caso no ha sido el único. Matt McFarland, diseñador de la nueva edición de Chill, ha sido acusado por Luka Carroll y Cheyenne Grimes de abusos. Michelle Lyons-McFarland, esposa de Matt McFarland y co-propietaria de Growling Door Games (la editorial que publica y posee los derechos de Chill) está acusada de encubrir las acciones de su marido y silenciar a sus críticos mediante su puesto en RPGNet.
Algunos se preguntan qué demonios le pasa a esta comunidad. No le pasa nada que no haya pasado antes, solo que ahora la gente empieza a hartarse. Si habéis seguido el blog, habréis visto que no he dejado de postear noticias similares.
Esta es una afición social. Hasta ahora, la escoria podía moverse con cierta impunidad en ella, amparada por la permisividad, la complicidad y la pasividad de les demás.
Se acabó.
Nuestras comunidades tienen que ser lugares de encuentro seguros para todes. Si alguien no quiere o no puede entender algo tan sencillo, entonces tiene que ser apartade. Así de sencillo.
Pero me temo que estos dos no van a ser ni de lejos los últimos casos.
ACTUALIZACIÓN 17/2 01:17: La web oficial de Growling Door Games ha anunciado que la compañía cesará su actividad una vez entregue las recompensas del último mecenazgo de Chill. También indica que Matt McFarland hará un comunicado en breve y que ni él ni Michelle Lyons-McFarland van a aceptar encargos de freelancer.
¿Qué ocurrirá con la propiedad intelectual de Chill? Lo único que se sabe es que no se producirá ningún suplremento nuevo. Entonces, ¿el material que hay de la tercera edición se seguirá vendiendo? ¿Y el de la segunda, que produjo Mayfair Games? ¿Estarán dispuestes a vender dichas propiedades intelectuales y, en caso de estarlo, habrá alguien interesado en comprarlas?
No me malinterpretéis. Ante todo, lo más importante siempre son les víctimes. Eso no es negociable. Pero pensar que un juego como Chill pueda retirarse del mercado por culpa de esta gentuza hace que me hierva la sangre.
Podéis leer el comunicado de Growling Door Games aquí.
ADVERTENCIA. Voy a ser muy directo: no hay lugar para les abusadores en esta afición. Punto. Esto no es un debate. Si pensáis que los blogs de rol deberían limitarse a hablar solo de juegos, entonces ya os podéis ir y no volváis, porque sois parte del problema.
Los comentarios maleducados, los que exijan pruebas, el tone policing, las incitaciones al flame war, el whataboutism y demás trucos para desviar la atención serán ignorados. Y pobre de quien venga a defender a esta gente.
Menuda semana. Después de años de advertencias, acusaciones, e incluso pruebas ignoradas por editores, blogueres, y aficionades, ha pasado lo que inevitablemente muches avisamos que pasaría: la basura producida por las acciones ZS, supuesto «enfant terrible» del movimiento OSR, y la red de mentiras y miedo que había intentado tejer para protegerse se ha desmoronado y ha dejado a la luz su verdadera faceta. Ha tenido que ser Mandy Morbid, entre sus víctimas quizás la que peor lo ha pasado, la que haya contado los abusos sufridos (no la leáis si creéis que os puede afectar). A su durísima declaración pronto se le han unido tres más, un mazazo imposible de ignorar incluso para muches de sus defensores.
Lo peor de todo es que buena parte de las acusaciones ya era conocida pero la gente había hecho oídos sordos, en especial editoriales como Wizards of the Coast, White Wolf y, como no, James Raggi y su Lamentations of the Flame Princess, de quien ZS es uno de los autores mimados. Fred Hicks de Evil Hat Productions es de les poces editores que desde un principio plantó cara y defendió a las víctimas de ZS. Steve Wieck de OneBookShelf ha anunciado que ZS está vetado en todas las tiendas online de la plataforma (DriveThruRPG, RPGNow...), todo un golpe para sus futuras finanzas.
No voy a dedicarme a repasar qué se ha dicho y qué no. Empezad por aquí. Buscad los enlaces compartidos por gente como Jessica Price y Holden Shearer.
Ojalá pudiera terminar aquí esta entrada, pero este caso no ha sido el único. Matt McFarland, diseñador de la nueva edición de Chill, ha sido acusado por Luka Carroll y Cheyenne Grimes de abusos. Michelle Lyons-McFarland, esposa de Matt McFarland y co-propietaria de Growling Door Games (la editorial que publica y posee los derechos de Chill) está acusada de encubrir las acciones de su marido y silenciar a sus críticos mediante su puesto en RPGNet.
Algunos se preguntan qué demonios le pasa a esta comunidad. No le pasa nada que no haya pasado antes, solo que ahora la gente empieza a hartarse. Si habéis seguido el blog, habréis visto que no he dejado de postear noticias similares.
Esta es una afición social. Hasta ahora, la escoria podía moverse con cierta impunidad en ella, amparada por la permisividad, la complicidad y la pasividad de les demás.
Se acabó.
Nuestras comunidades tienen que ser lugares de encuentro seguros para todes. Si alguien no quiere o no puede entender algo tan sencillo, entonces tiene que ser apartade. Así de sencillo.
Pero me temo que estos dos no van a ser ni de lejos los últimos casos.
ACTUALIZACIÓN 17/2 01:17: La web oficial de Growling Door Games ha anunciado que la compañía cesará su actividad una vez entregue las recompensas del último mecenazgo de Chill. También indica que Matt McFarland hará un comunicado en breve y que ni él ni Michelle Lyons-McFarland van a aceptar encargos de freelancer.
¿Qué ocurrirá con la propiedad intelectual de Chill? Lo único que se sabe es que no se producirá ningún suplremento nuevo. Entonces, ¿el material que hay de la tercera edición se seguirá vendiendo? ¿Y el de la segunda, que produjo Mayfair Games? ¿Estarán dispuestes a vender dichas propiedades intelectuales y, en caso de estarlo, habrá alguien interesado en comprarlas?
No me malinterpretéis. Ante todo, lo más importante siempre son les víctimes. Eso no es negociable. Pero pensar que un juego como Chill pueda retirarse del mercado por culpa de esta gentuza hace que me hierva la sangre.
Podéis leer el comunicado de Growling Door Games aquí.
ADVERTENCIA. Voy a ser muy directo: no hay lugar para les abusadores en esta afición. Punto. Esto no es un debate. Si pensáis que los blogs de rol deberían limitarse a hablar solo de juegos, entonces ya os podéis ir y no volváis, porque sois parte del problema.
Los comentarios maleducados, los que exijan pruebas, el tone policing, las incitaciones al flame war, el whataboutism y demás trucos para desviar la atención serán ignorados. Y pobre de quien venga a defender a esta gente.
Madre mia hermano, como está el patio. Lo de Chill es una pena pero lo qye ha hecho esa gente no tiene perdón. Espero que se pudran como ZS, no merecwn otro destino que ser borrados de este mundillo y que se pudran en la cárcel >_<
ResponderEliminarLa bola de mierda empieza a caer cada vez más rápido... ¡Y cada vez crece más!
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