Desde la aparición de las primeros ordenadores personales se intentó recrear el funcionamiento propio de los juegos de rol en un PC. Muchos recordamos con cariño juegos como el Eye of the Beholder (de la franquicia Advanced Dungeons & Dragons), aunque nos quedamos con las ganas de encontrarnos con un juego de rol para ordenador que realmente mereciera ese calificativo. En 1996 tuvimos un primer aviso con The Elder Scroll II: Daggerfall, de Bethesda Software, que ofrecía posibilidad de crear un personaje ala medida que deambulaba por los vastos territorios del Imperio de Tamriel. Tendríamos que esperar al 2002 para que nuestros sueños se cumplieran.
Obviamente me refiero a The Elder Scrolls II: Morrowind.
Las versiones originales para PC y X-BOX
Mucho se ha escrito sobre este juego, en el que nos veíamos en el papel de un prisionero liberado en la isla de Vvardenfell, conocida como Morrowind, cuyos pasos eran guiados por una oscura profecía. Desde el primer momento se nos abre la posibilidad de crear de tres modos el personaje: escogiendo una plantilla ya creada, confeccionando el personaje a nuestro gusto o hablando con un interlocutor que nos plantea una serie de preguntas para darnos el perfil más adecuado a nuestro modo de jugar.
El detallado inventario de un personaje
A partir de ese momento se abre ante nosotros una historia que podemos seguir cuando queramos. O bien podemos escoger qué misiones hacer para alguna de las múltiples facciones presentes, mientras nos adentramos en la complicada política de una isla sumida a poco más que la esclavitud. Ademas, la dificultad de las zonas no aumenta paulatinamente a medida que subimos de nivel. Desde el mismo momento que llegamos a Morrowind descubrimos que culaquier cueva, cualquier guarida o cualquier antigua tumba puede esconder enemigos terribles que no podremos derrotar hasta muchos niveles después. La única forma segura de saber si una zona es peligrosa es hablar con los lugareños e intentar sonsacarles algo, ya sea mediante labia, dinero o amenazas
El peligro acecha desde los primeros pasos
El tipo de personaje marcará el modo de juego. Podemos ser combatientes feroces, magos poderosos, sigiliosos ladrones, espías que se valen de la labia... Nada es imposible, puesto que el sistema de habilidades y experiencia está diseñado para que sólo ganemos niveles en función de nuestras acciones.
La isla de Morrowind en todo su esplendor
Puedo ser poco objetivo con este juego. Desde el primer minuto de la primera partida quedé completamente embelesado por la forma de jugar, por la historia, por los gráficos impresionantes, la riqueza de un mundo plagado de ciudades y pueblos... En su día exigía un ordenador potentísimo, lo que fue un verdadero inconveniente. Además, no fue traducido en nuestro país para detrimento de los que no hablan inglés. Sin embargo, se ganó una legión de fieles seguidores, ya fuera en PC o en su versión de X-BOX.
Un rico diseño como nunca habíamos visto en su día
De Morrowind se hicieron dos expansiones, Tribunal y Bloodmoon, que añadía un montón de contenido al juego original, así como una comunidad modder que explotó hasta la saciedad la posibilidad de realizar contenido para el juego, ya que se incluían las herramientos de programación en un Contruction Set.
Tribunal y Bloodmoon, las dos ampliaciones oficiales
El asalto al fuerte de Firemoth, uno de los mods más populares
Existen dos ediciones de lujo, llamadas Collector's Edition. La primera, muy difícil de encontrar (aunque hemos conseguido varias copias cortesía de International Khiladi), contiene el juego, el CD con la excelente banda sonora de Jeremy Soule, el Art of Morrowind, un mapa de la región de Vvardenfell y una figura de metal de un ordinator de Vivec. Existe otra versión de lujo que incluía una taza en forma de casco de ordinator, pero ha sido imposible conseguir ninguna. Además hay una edición limitadísima promocional que simplemente tiene el juego en una caja metálica (de la que también hemos conseguido algún ejemplar).
Todo un lujo de edición
La caja metálica de promo
Tanto en PC como en X-BOX se hizo una edición llamada The Elder Scrolls III: Morrowind - Game of the Year Edition, que contenía el juego y las dos expansiones. Así mismo salieron dos ediciones de guías de juego, primero en tamaño B4 titulada The Morrowind Prophecies (para el juego) y posteriormente en tamaño folio con el nombre de The Morrowind Prophecies - Game of the Year Edition (que incluía las guías de Tribunal y Bloodmoon). Las guías son tan detalladas que con un poco de trabajo un árbitro puede ponerse a montar partidas de rol clásico con el sistema de juego de Morrowind.
Las dos guías de juego
El anuncio de que saldría un The Elder Scrolls IV: Oblivion fue recibido con expectación. Sin embargo la alegría nos duró poco. Apenas unos minutos de jugar el tutorial de Oblivion basta para descubrir que todo el cuidadoso diseño que se había hecho en su predecesor se había tirado por la borda para sustituirlo por otro concepto de juego moderno destinado a los niños que son incapaces de pensar. El futuro de la franquicia es seguro, puesto que Oblivion ha dado mucho beneficio a la compañía, pero por mí se pueden quedar con sus productos si desean seguir haciendo bodrios.
A mí que me busquen en Morrowind. Estoy seguro que hablo por muchos, así que tendré buena compañía seguro.
We are watching you, scum!