Greg Stolze es uno de los pesos pesados de la industra rolera. Co-creador del celebrado Unknown Armies, Stolze siempre ha sorprendido con sus iniciativas. Tras diseñar el sistema One-Roll Engine para el juego Godlike, el diseñador americano se apuntó én el 2007 al crowdfunding como método de financiación con su juego Reign. Un año más tarde vería la luz A Dirty World.
A Dirty World no deja de ser una versión del One-Roll Engine orientada a jugar partidas de serie negra. Los jugadores se pasean por entre la escoria de la sociedad (gangsters, estafadores, políticos corruptos...) y, aunque quizás puedan realizar actos heróicos, sus valores se ven continuamente afectados por sus decisiones. El fluido sistema de características creado por Stolze permite que el impacto de lo que hagan los personajes los modifique a medida que la trama se resuelve.
Pese a que puede parecer a simple vista que la mecánica de A Dirty World es sencilla, la gran variedad de combinaciones y cierta subjetividad a la hora de asignar las dice pools pueden dar quebraderos de cabeza a más de uno. Aunque todavía no lo he probado, me da la sensación de que el sistema de agrupar resultados puede resultar numéricamente inviable, complicando cualquier acción por culpa de mera combinatoria.
¿Lo mejor? Que Stolze sabe lo que está haciendo, lo que hace que sea un juego muy afinado a la hora de representar el oscuro mundo de los film noirs y las historias de detectives cínicos. A eso hay que sumarle su reducido precio (menos de 8 € en Lulu), más que apropiado para un juego de 70 páginas.
Lo malo es que la mecánica de grupos de dados no me parece ser del todo viable a la hora de jugar. Además, la impresión, pese a ser buena, tiene los márgenes de las hojas demaciado cerca del lomo, lo que dificulta su lectura.
En definitiva, un juego bueno, bonito y barato con el que pasar una tarde apalizando matones.
En definitiva, un juego bueno, bonito y barato con el que pasar una tarde apalizando matones.
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