Hoy en día pocos juegos nos sorprenden. Franquicias tan conocidas y exitosas como Resident Evil, Silent Hill o Elder Scrolls han sucumbido a la concepción moderna de crear juegos. Son bonitos pero se han olvidado de entretener y de contar una historia. A primera vista Dead Space parece otro survival horror del montón, con una excusa explotada hasta la saciedad desde que se estrenó Alien. Pero eso cambia después del primer minuto de juego.
Estamos en el siglo XXVI. Las corporaciones mineras son un negocio en auge y cientos de naves surcan la galaxia en busca de planetas remotos los cuales minan desde órbita para extraer los preciados minerales que esconden. La Concordance Extraction Corporation es la mayor de ellas y su nave insignia, el USG ISHIMURA, lleva más de veinte años de servicio en activo. Pero algo ha ocurrido en el Ishimura, se han interrumpido todas las comunicaciones y la corporación ha perdido toda señal de la nave cuando se encontraba mineando en el sistema Aegis.
Nuestro protagonista, Isaac Clarke, es el ingeniero encargado de ir en busca del Ishimura y restablecer las comunicaciones, ya que se sospecha que algún impacto ha podido dañar el sistema de comunicaciones. Además, Isaac tiene razones personales para acudir al rescate del Ishimura, ya que Nicole, su antiguna novia. le ha mandado un mensaje bastante confuso y cuya transmisión se ha cortado. Junto a él y a bordo del transbordador Kellion le acompañan la especialista de sistemas Kendra Daniels y el jefe de seguridad Hammond, al mando de un pequeño grupo de seguridad. Al llegar a Aegis, se dan cuenta que el Ishimura ha perdido la mayor parte de los sistema y que yace en órbita al séptimo planeta. Al intentar aterrizar en la nave el sistema de guia del Ishimura falla y el Kellion se estrella contra la cubierta, quedando inservible. El grupo intenta acceder a los sistemas de la nave, pero son atacados por unas extrañas criaturas mientras Isaac se separa de ellos. A partir de ahí empieza un entramado de historias, lealtades comprometidas y agendas personales que durante doce capítulos nos tienen en vilo hasta el último minuto.
El sistema de juego recuerda mucho al Resident Evil 4 pero mejorado. Podemos apuntar, acceder a un inventario rápido, a los registros de la nave, a un mapa con las posibles opciones y los mejores caminos a nuestros objetivos. Lo que mas se agradece es que por primera vez no tenemos miles de marcadores en pantalla y tampoco necesitamos acceder al HUD ni a ningún menú para ver nuestras estadísticas, está todo incorporado en el traje que lleva Isaac, de tal manera que siempre vemos la vida, el oxígeno y la energía de estabilización que nos queda.
A lo largo de los niveles podemos ir accediendo a diversos almacenes de material, una especie de tienda automatizada donde podemos guardar nuestro equipo, acceder a nuevas armas o trasladar diagramas que hayamos encontrado para poder acceder a nuevo equipo. El traje de Isaac (DRI) dispone de espacio limitado, pero con las mejoras que podemos comprar irá aumentando su blindaje y el espacio de almacenamiento. Las armas, el DRI, el estabilizador y generador cinético pueden modificarse usando nodos de energia que encontraremos en diversos sistemas de la nave o podemos comprarlos en las tiendas automatizadas.
El arma principal de Isaac y tal vez la mejor del juego es la pistola de plasma. Es vital sobre todo en los primeros niveles. Es aconsejable ahorrar munición (aunque salvo en las armas más bestias no es demasiado problema) ya que la mejor estrategia para acabar con los necromorfos es desmembrarlos a base de disparar a las extremidades, aunque algunos estallan al morir y otros generan necromorfos más pequeños al recibir daño. Tambien disponemos del generador cinético, necesario para mover objetos o conectar algunos sistemas de la nave y que nos sirve tambien como arma para lanzar cualquier tipo de objeto o extremidades arrancadas de nuestros enemigos contra enemigos. La energia de estabilización también es vital, ya que relentiza temporalmente, ya sea a los enemigos o a los sistemas averiados de la nave que impiden el paso en diversas secciones.
En Dead Space encontramos un aire de survival pero sin los puzzles absurdos que tanto molestaban en franquicias estilo Resident Evil. Todo tiene un propósito, todo el camino de las distintas secciones de la nave está pensado para que nos familiaricemos con los pasillos y las zonas, porque nos tocará pasar mas de una vez aunque con algunas modificaciones debido a la historia. Puertas que se cierran, descompresiones explosivas, atmosferas de gravedad cero y oxigeno limitado es el pan nuestro dentro del Ishimura. Cualquier esquina o agujero puede contener alguna pista o la muerte segura. En atmosfera cero se complican las cosas ya que, como en el espacio, no hay sonido alguno, por lo que tendremos que ir con todos los sentidos puestos si queremos sobrevivir. En cualquier momento podemos recibir transmisiones 3D o mensajes sonoros sobre objetivos, alertas, o simplemente que forman parte de la interacción de personajes, mientras estamos andando o incluso combatiendo, y que reaccionan como una verdadera transmisión holográfica, moviéndose a la par que el propio personaje.
Electronic Arts se ha asegurado el éxito del juego lanzándolo en XBOX360, Playstation 3 y PC. Una OVA, un shooter spin-off para Wii y una sequela que ya está en preparación garantizan la continuidad de esta franquicia. Dead Space es un juego entretenetido y largo, un survival shooter que nos mantiene en tensión y que recuerda con cariño ese aire de miedo que disfrutabamos con el Quake original y los Doom. Es una suerte, porque con el mercado actual cada vez cuesta más encontrar un juego medianamente aceptable.
Estamos en el siglo XXVI. Las corporaciones mineras son un negocio en auge y cientos de naves surcan la galaxia en busca de planetas remotos los cuales minan desde órbita para extraer los preciados minerales que esconden. La Concordance Extraction Corporation es la mayor de ellas y su nave insignia, el USG ISHIMURA, lleva más de veinte años de servicio en activo. Pero algo ha ocurrido en el Ishimura, se han interrumpido todas las comunicaciones y la corporación ha perdido toda señal de la nave cuando se encontraba mineando en el sistema Aegis.
Nuestro protagonista, Isaac Clarke, es el ingeniero encargado de ir en busca del Ishimura y restablecer las comunicaciones, ya que se sospecha que algún impacto ha podido dañar el sistema de comunicaciones. Además, Isaac tiene razones personales para acudir al rescate del Ishimura, ya que Nicole, su antiguna novia. le ha mandado un mensaje bastante confuso y cuya transmisión se ha cortado. Junto a él y a bordo del transbordador Kellion le acompañan la especialista de sistemas Kendra Daniels y el jefe de seguridad Hammond, al mando de un pequeño grupo de seguridad. Al llegar a Aegis, se dan cuenta que el Ishimura ha perdido la mayor parte de los sistema y que yace en órbita al séptimo planeta. Al intentar aterrizar en la nave el sistema de guia del Ishimura falla y el Kellion se estrella contra la cubierta, quedando inservible. El grupo intenta acceder a los sistemas de la nave, pero son atacados por unas extrañas criaturas mientras Isaac se separa de ellos. A partir de ahí empieza un entramado de historias, lealtades comprometidas y agendas personales que durante doce capítulos nos tienen en vilo hasta el último minuto.
El sistema de juego recuerda mucho al Resident Evil 4 pero mejorado. Podemos apuntar, acceder a un inventario rápido, a los registros de la nave, a un mapa con las posibles opciones y los mejores caminos a nuestros objetivos. Lo que mas se agradece es que por primera vez no tenemos miles de marcadores en pantalla y tampoco necesitamos acceder al HUD ni a ningún menú para ver nuestras estadísticas, está todo incorporado en el traje que lleva Isaac, de tal manera que siempre vemos la vida, el oxígeno y la energía de estabilización que nos queda.
A lo largo de los niveles podemos ir accediendo a diversos almacenes de material, una especie de tienda automatizada donde podemos guardar nuestro equipo, acceder a nuevas armas o trasladar diagramas que hayamos encontrado para poder acceder a nuevo equipo. El traje de Isaac (DRI) dispone de espacio limitado, pero con las mejoras que podemos comprar irá aumentando su blindaje y el espacio de almacenamiento. Las armas, el DRI, el estabilizador y generador cinético pueden modificarse usando nodos de energia que encontraremos en diversos sistemas de la nave o podemos comprarlos en las tiendas automatizadas.
El arma principal de Isaac y tal vez la mejor del juego es la pistola de plasma. Es vital sobre todo en los primeros niveles. Es aconsejable ahorrar munición (aunque salvo en las armas más bestias no es demasiado problema) ya que la mejor estrategia para acabar con los necromorfos es desmembrarlos a base de disparar a las extremidades, aunque algunos estallan al morir y otros generan necromorfos más pequeños al recibir daño. Tambien disponemos del generador cinético, necesario para mover objetos o conectar algunos sistemas de la nave y que nos sirve tambien como arma para lanzar cualquier tipo de objeto o extremidades arrancadas de nuestros enemigos contra enemigos. La energia de estabilización también es vital, ya que relentiza temporalmente, ya sea a los enemigos o a los sistemas averiados de la nave que impiden el paso en diversas secciones.
En Dead Space encontramos un aire de survival pero sin los puzzles absurdos que tanto molestaban en franquicias estilo Resident Evil. Todo tiene un propósito, todo el camino de las distintas secciones de la nave está pensado para que nos familiaricemos con los pasillos y las zonas, porque nos tocará pasar mas de una vez aunque con algunas modificaciones debido a la historia. Puertas que se cierran, descompresiones explosivas, atmosferas de gravedad cero y oxigeno limitado es el pan nuestro dentro del Ishimura. Cualquier esquina o agujero puede contener alguna pista o la muerte segura. En atmosfera cero se complican las cosas ya que, como en el espacio, no hay sonido alguno, por lo que tendremos que ir con todos los sentidos puestos si queremos sobrevivir. En cualquier momento podemos recibir transmisiones 3D o mensajes sonoros sobre objetivos, alertas, o simplemente que forman parte de la interacción de personajes, mientras estamos andando o incluso combatiendo, y que reaccionan como una verdadera transmisión holográfica, moviéndose a la par que el propio personaje.
Electronic Arts se ha asegurado el éxito del juego lanzándolo en XBOX360, Playstation 3 y PC. Una OVA, un shooter spin-off para Wii y una sequela que ya está en preparación garantizan la continuidad de esta franquicia. Dead Space es un juego entretenetido y largo, un survival shooter que nos mantiene en tensión y que recuerda con cariño ese aire de miedo que disfrutabamos con el Quake original y los Doom. Es una suerte, porque con el mercado actual cada vez cuesta más encontrar un juego medianamente aceptable.
Gran juego. Entretenido, con un buen argumento y sin las chorradas de los Resident Evils. Sólo le veo dos pequeños defectos. El que no haya un HUD está bien, pero el muñeco es demasiado grande y a veces tapa toda la perspectiva según el ángulo (un tamaño a lo Max Payne habría sido ideal). Lo otro, el botón que te marca la ruta hasta el objetivo, para llevarte de la manita. Vale, lo explican como que te guían por ordenador hasta tu objetivo pero habría bastado con que saliera en el mapa y que cada uno se buscase la vida por su cuenta. Pese a ello es un gradísimo título. Ojalá algunos tomaran ejemplo...
ResponderEliminarPara mí es uno de los motivos, junto con el MGS4 para echar mano a una PS3 cuando tenga fondos.
ResponderEliminarHombre considerando que el boton de guia es algo de uso 100% opcional, pues creo que esta bien puesto. Quien quiera usarlo tiene una opcion mas, y quien no con ignorarlo basta (ahora si es cuestion de poca voluntad no es culpa del juego).
ResponderEliminarDead Space, el mejor juego del año 2008 en mi opinión y eso que hubo unos cuantos interesantes!!!
ResponderEliminarEste año va de camino Dragon Age: Origins