Opinión: En defensa de Gaming Ladies

No suelo hablar de videojuegos salvo para comentar de pasada los lanzamientos relacionados con algún juego de rol conocido. Pero hoy es diferente. Hoy se ha anunciado la celebración de la segunda edición de Gaming Ladies, un evento con charlas centradas en el mundo profesional del videojuego.

¿Cuál es el problema? diréis.

El problema es el de siempre: la intolerancia. La fragilidad del ego masculino de aquellos que están acostumbrados a que no les hagan callar y a ser el centro de atención que, cuando no lo son, se ponen al borde de la histeria.

Como podéis ver en la imagen, el evento estaba dirigido solo a mujeres. ¿Y por qué? Pues porque el mundillo de los videojuegos es uno de los más tóxicos que hay (mucho más que el nuestro, que es decir), con campañas organizadas de persecución y amenazas (el último episodio sucedido no hace ni una semana). Además, ¿y qué si alguien decide que no se permite la entrada a hombres a un evento? ¡Ni que no hubiera eventos en los que poder participar!
Pero no, la escoria machista (porque eso es lo que son, escoria) no puede soportar que les digan que no pueden hacer algo así que, tras la consabida pataleta y los lloriqueos, lo único que han podido hacer es intentar imponerse por el miedo.

No voy a señalar todo lo que es abyecto que está escrito en la captura de pantalla. Si no sois capaces de verlo o no creéis que hay un problema, reflexionad y, de paso, no volváis por aquí.

Vistas las intenciones de estos indeseables, la organización del evento ha seguido con su intención de celebrarlo, pero la entidad que cedía el local ha dado marcha atrás, imagino que para evitar posibles problemas. Al final, las chicas de Gaming Ladies han hecho `público el siguiente comunicado.

Da rabia ver cómo unos gusanos se salen con la suya, aunque sea temporalmente. Porque estas chicas trabajan para cambiar las cosas desde dentro, para terminar de una vez con tanto repartecarnets que campa a sus anchas, muchas veces con el beneplácito de la propia industria. Por eso proyectos como Gaming Ladies y los blogs Todas Gamers y La Nave Invisible tendrán siempre mi apoyo incondicional, incluso si no puedo entrar a uno de sus actos. Y siempre habrá aquí un espacio para que puedan hacer oir su voz.