lunes, 10 de agosto de 2020

Adiós a No Ctrl-Z

Siempre es triste que una editorial cierre, pero con No Ctrl-Z lo es más si consideramos que se trata de la única editorial especializada en juegos de rol franceses. El trabajo de Guillermo Escartí ha permitido que por fin viéramos traducidos al español dos juegos de Les XII Singes (BIA y Mississippi: Tales of the Spooky South), algo que dije hace años que sería imposible. También hemos podido disfrutar de juegos del excelente diseñador Anthony «Yno» Combroxelle (Macadabre, Paciente 13), cuya obra solo estaba disponible en parte en catalán gracias a Maqui Ediciones. A estos títulos se unen Sphynx, In Nomine Satanis/Magna Veritas Generación Perdida, Mantoid Universe, Tschäi, La Lavandería y Wulin.

En el tintero se quedan proyectos como la última edición de Rêve de Dragon, un juego mítico del que también he dicho muchas veces que nunca veremos traducido. Ojalá me hubiera equivocado en esta ocasión.

No Ctrl-Z ha sido una editorial que ha publicado juegos de una calidad excepcional durante sus tres años de vida. Su desaparición es una gran pérdida para el mundo editorial de los juegos de rol de este país. Muchas gracias por todo, Guillermo, y que tengas mucha suerte en tus proyectos futuros.

3 comentarios:

  1. Una verdadera lástima, en su corto periodo de existencia ha editado más juegos de calidad que otras casas más grandes, incluidos algunos que jamás pensamos ver por aquí.

    Sólo queda darles las gracias a Guillermo por todo y desearle suerte con su nueva etapa.

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  2. Dejadme ser agorero pero yo que ya viví la crisis del rol de finales de los 90 hace mucho tiempo que creo que estamos, por otras vías, acercándonos al mismo punto. Demasiada oferta, demasiadas editoriales, demasiados verkamis, demasiadas ediciones y reediciones como para que la comunidad pueda sustentarlo todo... Alguien tiene que caer para que todo se aguante...

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    1. Desde el momento en el que los mecenazgos salen adelanta, la teoría de que son demasiados se desmonta por sí sola. En cuanto a lo de demasiadas editoriales, ¿qué tenemos que quedarnos? ¿Con Edge que deja morir líneas, y Nosolobásicos? El problema de que cierren las microeditoriales es que muchas veces se trata de proyectos que no son la fuente de ingresos principales de las personas que las realizan. Cuando no se pueden compatibilizar con el resto del día a día, como es el caso de No Ctrl-Z, terminan por cerrar.
      No creo que vivamos una Edad de Oro como dicen algunes, pero tenemos una oferta muy diversa, mucho más que en los 90 (que yo también los viví). Y eso siempre es bueno.

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