Continúo con mi habitual paseo virtual por la Gen Con a través de la blogosfera y las redes sociales. Si no habéis visto la primera parte, la encontraréis aquí.
Ya hace varias ediciones que les asistentes pueden participar en partidas del divertidísimo Robo Rally, el juego clásico de Richard Garfield, en un tablero de juego gigante y con robots de un palmo de grandes. ¡Una locura genial!
El estand de Catán es una de las paradas obligatorias para mucha gente. Allí, les visitantes pueden hacerse fotos junto a una oveja de tamaño real. Además, fuera del recinto está aparcada la Ovejamóvil. Si te acercas con una acreditación de la Gen Con, te dan varios regalos como un pin y una botella plegable, así como un kit con alcohol para las manos.
En el estand de Metal Weave Games tienen muestras de los peluches de Oso Lechuza que se financiaron por mecenazgo. La gente puede verlos (¡y achucharlos!) y reservar el suyo en caso de que no hubieran participado en el mecenazgo.
Además de hacerse con el ENnie de plata al mejor reglamento, Chris Spivey ha dirigido una partida de Haunted West para un grupo de afortunades jugadores.
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